Post realizado por Raquel Pérez Serna.

Hasta hace poco se utilizaba un modelo lineal de producción y consumo, es decir que los productos eran diseñados para el consumo, utilizados y desechados con un solo ciclo de vida. Pero el modelo de Economía circular le está abarcando terreno. Ya que en este modelo se aprovechan los recursos y lo más importante es que se reduce, se reutiliza y se recicla para crear valores añadidos a esos productos y con ello que su ciclo de vida aumente y se extienda.

La economía circular implica que hay que reducir los residuos al mínimo, por ello cuando el producto llega al final de su vida, los materiales que estén en buen estado se mantienen y se reutilizan, aportando así mayor valor adicional. 

Hay factores o motivos por los que habría que cambiar a una economía circular. Algunos de ellos son:

• Uno de ellos es con el aumento de la demanda de materias primas y la escasez de recursos deberíamos de aprovechar al máximo los productos y su ciclo de vida. Y por supuesto si se le puede dar más de un ciclo de vida, estaremos contribuyendo a que al escasez de recursos se reduzca.
• Otro motivo importante es la dependencia de otros países para las materias primas. Lo que conlleva a que los productos sean más caros y que las empresas se tengan que abastecer de otros países.
• Otro factor que nos lleva a pensar que deberíamos de cambiar a la economía circular es el impacto en el clima. Ya que la extracción y el uso de materias primas tienen malas consecuencias medioambientales, por lo tanto un uso más limitado de las materias primas podría ayudar a reducir las emisiones contaminantes.

Muchas de las empresas de las que estamos hablando en nuestro blog sobre Responsabilidad Social Corporativa utilizan este modelo de economía. Como por ejemplo: 

¡Y cada vez se unen más!